¿Qué es el feminismo? El feminismo es la pasión y la ira de todas las mujeres, condensadas hasta su punto de ebullición. Nosotras, que nunca dejamos de soñar, hemos tomado las siguientes decisiones que guiarán nuestras vidas personales, a las que otorgamos un reconocimiento político inapelable. El tiempo de no molestar ha pasado. Ahora vamos hasta el fin.
- Reconocemos que somos herederas de las mujeres que nos antecedieron y nos comprometemos a hacer genealogía feminista para recuperarlas de la larga noche del olvido. Serán los nombres que rezarán nuestras hijas, serán nuestras madres y nuestra inspiración.
- No damos voz a ninguna mujer porque ya la tiene. Sencillamente reconocemos la voz de aquellas a quienes el patriarcado trata de silenciar. Las mujeres no seremos libres hasta que todas hayamos desgarrado nuestras cadenas, sean estas de la índole que sean. Racializadas o no, explotadas reproductiva o sexualmente, cis, trans, trabajadoras domésticas. Lesbianas o de cualquier otra sexualidad, gordas, flacas, de capacidades diversas, viejas, jóvenes, pobres o acomodadas. No estaremos todas si no estamos todas.
- Reconocemos la multiplicidad de identidades que nos recorren y nos comprometemos a admitir y utilizar nuestros privilegios para acabar con las opresiones de otras.
- Creemos en los proyectos políticos transformadores como Fundación Entredós, donde el deseo de las mujeres y el reconocimiento entre nosotras se coloque en el centro. Proyectos que se muevan en otro plano que no sea el de la lógica patriarcal de liderazgo jerárquico y de poder, sino en el de la amistad, la sororidad y el amor por la libertad.
- Otra forma de hacer y de enseñar la historia es posible, si no dividimos los tiempos en batallas y en reinados sino en creaciones artísticas y literarias y en momentos en que la unión y complicidad entre personas cambió el mundo.
- Amaremos con todas nuestras fuerzas, no con nuestras debilidades. No seremos nunca de alguien, sino con alguien. Nuestra libertad siempre será innegociable y nuestros orgasmos, inolvidables.
Siempre miraremos. No apartaremos la mirada jamás. Una feminista no aparta la mirada jamás. Nunca nos acostumbraremos a esta violencia. Somos una primavera invencible que aniquilará el invierno del patriarcado. Con nuestras sombras por delante, para que podamos verlas, nunca seremos amas, nunca esclavas, siempre insolentes, irreverentes y con sangre bruja recorriendo nuestras venas. La libertad nos atrae igual que un tornado. Viva la lucha de las mujeres.